" Y te acordaras de todo el camino por donde
te ha traido Jehova tu Dios "
( Deuteronomio 8: 2 )
El cielo sobre Miami se puso nublado, e inmediatamente
comenzo la lluvia,
no llovio mucho, pero si
lo suficiente para que el agua mojara
el polvo y se sintiera el rico olor a " tierra mojada". Ese olor
me traslado en tiempo y espacio hasta los años de mi niñez
y de mi juventud, ese
tiempo inolvidable, de aventuras y travesuras,
en donde los dias eran verdaderos dias, donde el sol
es tan bello y
los dias tan extensos
que siempre queda tiempo para todo.
Ese olor a tierra mojada, me recordo el camino de tierra
que transitaba
muy a menudo
para visitar a mis parientes, amigos y
tambien para asistir a la escuelita en mi pais
Centroamericano, El Salvador.
Oh, caminito!! testigo de mis sonrisas de niño,
caminito que aunque largo,
con que gusto
caminaba sobre ti, me sabia
tan de memoria tus piedras, tus arboles,
tus cercas; sabia cuanto tiempo me
tardaria en llegar de un lugar
a otro, sin necesidad
de reloj.
Oh, caminito amigo mio, que hacias que
las mariposas del
mediodia, salieran a
encontrarme sobre las
miles de flores de margaritas.
Caminito precioso, en el cual, encontraba ramitas y con
ellas imaginaba que era un
caballito y corria sobre
la ramita, levantando polvo.
Caminito que me brindaste tantos amigos, y que casi siempre a
tu lado, encontraba
gente que me saludaba;
muchos campesinos
con olor a sudor, pero siempre alegres;
tambien los que traian las carretas con los bueyes y que me
invitaban a subir a la carreta.
A veces tambien encontraba a un borracho, como la vez que me
encontre con Eliodoro, y me
dijo que el tenia mucho dinero
y que me daria algo, saco
su billetera, y al buscar el dinero no tenia ni
un centavo.
Caminito por el que caminaba Mercedes, alias " La vaca flaca",
quien en una ocasion dijo
que yo le gustaba mucho, y desde
entonces, cuando yo la veia desde lejos, me salia del camino
y caminaba por enmedio de los cultivos de maiz, para que la
"vaca flaca" no me viera.
Caminito por el que caminaba con mi amigo Israelito,
quien un dia me invito a
su casa de madera, y cuando
llegamos, tenia como doce perros, que me
persiguieron y me clavaron sus colmillos en la
pantorrilla derecha.
Israelito me dijo:
-Luisito, eso te pasa por haberte corrido,
no te les vuelvas a correr.
Israelito me practico los primeros auxilios, fue a
cortar un limon, me lo
restrego en las mordidas
luego tomo un poco de tierra
con su mano, y me la puso en las heridas para
calmar la hemorragia.
Posteriormente del tratamiento medico de Israelito
yo agarre dos piedras de dos
libras de peso cada una y
se las mostre a los perros, y les dije:
- vengan!!, muerdanme otra vez!!, que les voy a
deshacer esa cabeza de
perro que tienen !!
Luego, de eso, la madre de Israelito, nos preparo un
almuerzo, y me dijo:
- Ahora vas a comer comidita de pobre, Luisito.
Pero esa comidita, jamas la olvidare, porque fue una
sopita de verduras
sembradas en su tierra, con
chicharones y tortillas de lo mas sabroso.
¿ Como olvidar ese caminito de tierra?
lo tengo grabado en mi mente, el rico olor a tierra
mojada cuando llueve.
Tambien recuerdo que en una ocasion escuchaba canticos
desde el caminito de tierra,
yo venia de visitar a mis tios,
eran nuevos para mi, pero la frase que escuche decia:
" Alabare alabare, alabare alabare...alabare a mi Señor ".
Uno de los señores que estaba a la orilla del cerco de
piedras, me dijo:
-niño, ven, tenemos pan con miel, para los que
vengan a la reunion.
yo entre, agarre mi pan con miel, y me fui corriendo
nuevamente por el
camino de tierra.
Caminito de tierra, tan grabado en mi mente, y en el cual, en
forma muy sincronizada, jamas
transite de noche solo, y cuando
caminaba en el, siempre llegaba a casa antes de
las 6 de la tarde.
Cuando fui creciendo y la juventud llego a mi vida,
el caminito de tierra
se volvia complice, para
esconderme de las miradas, mientras lo
caminaba con alguna bella campesinita, pero jamas
con " la vaca flaca".