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ReflexionesCristianas > REFLEXIONES, SALMOS Y POEMAS POR EL DR. JOSE LUIS G. > Vivencias por JL.7 Go to subcategory:
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JoseLuis
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Date Posted:11/28/2010 8:22 PMCopy HTML

 

 

 

Oaks in rhytm II



 Carta profetica de mi amiga y hermana  Sor irene, quien inspirada por el Espiritu Santo de Dios,  ha sido instrumento para sus oraciones y bendiciones hacia este siervo. La carta es tan profetica hacia mi vida, que aun sin verme personalmente, ha descrito el desarrollo pasado, presente y futuro de mi labor para Cristo y el paso por la vida.
Son varios los años de tenerla en mi poder, y hoy la he  leido nuevamente, haciendo refrescar mi alma y estremecer mi espiritu, al recibir el aliento fresco del amor de Dios.
Le pido a nuestro creador que bendiga siempre y le conceda salud y fuerzas a mi hermana Sor  Irene en la linda tierra Española.
( Dr. Jose Luis Gonzalez)






Hoy quiero felicitarte, querido Dr.  y escritor, con todo mi cariño, admiración y respeto.

 

NO MEREZCO TU AMISTAD

 

“Ámame cuando menos lo merezca, será cuando más lo necesite”



CARTA AL AMIGO QUE NUNCA HE VISTO

 

 Queridísimo amigo:

 

Hoy, quiero felicitarte porque hace cerca de 40 años, fuiste el mejor regalo de Dios, para tus padres.

        Naciste en un hogar humilde, pero en el seno de una familia que te acogía y te amaba, como la mejor bendición de Dios. Tu alma siempre fue noble, creciste con dificultades, incertidumbres y miserias, pero con la nobleza de espíritu y la transparencia de vida que, gracias a la fe que tus padres te han inculcado, poco a poco, y sin saberlo, fue creciendo en ti, la Semilla de Eternidad, el germen de inmortalidad que el Santo Espíritu, recibido en tu Bautismo, depositó en tu ser, para que, a favor de los hombres y de la humanidad, fructificaras en bien y bondad. Tu corazón, nunca apeteció grandezas, porque lo esperaste siempre todo de tu Creador. El, te guardó como  a las “Niñas de sus ojos”.Te dejó crecer, como cualquier niño: alegre, sano y jovial.

        Dios, posó en ti su mirada ya antes de que nacieras. Te escogió para que El, fuera conocido y alabado, más allá de las fronteras de tu país, y tu, como el barro fresco, en manos de su alfarero, te dejaste modelar.

 

        Tus padres, habían puesto sus ojos en ti, para que fueses el que los apoyaras y ayudaras en su ancianidad. Más en tu adolescencia, como Abrahám, dejaste tu casa, tus tierras, tu parentela, instado por una LLAMADA que más allá de ti mismo, sabías te conducía a una NUEVA MISIÓN. En tu interior, te sentías peregrino, pobre, pequeño, pero llamado a una misión especial. Desde muy niño, habías ayudado a muchos hombres, viste la miseria, el dolor, la soledad. En el fondo, ansiabas una Patria Mejor. Impulsado por el mismo Dios, sin saber a dónde te dirigías, fuiste rumbo a otra tierra de la que habías oído hablar. Tuviste momentos de dolor, de desgarro, de sufrimiento. Experimentaste el miedo y la incertidumbre de un mañana que ni sabías si amanecería más. Pero confiaste en EL, en Aquel del que tanto te habían hablado; en aquella PRESENCIA con la que tanto habías compartido momentos de soledad y silencio, en tu corazón de niño. El, te daba la fuerza, te impulsaba y te sostenía, y por dentro, te gritaba: “Sal fuera, sal fuera. Ven a la otra orilla”. Fuiste dócil arcilla en sus manos, fuiste su instrumento de salvación para una familia que económicamente, casi lo había perdido todo. Tu, tenías que hacer algo para ayudar, para cambiar su situación. El, te decía por dentro: “Si los amas, los tienes que dejar. Si los dejas, un día, no muy lejano, te recuperarán”.

 

        Cuando extranjero, en esa tierra, creías lo habías perdido todo, y sólo, con las manos vacías y tus miserias y pecados, que eran la única ofrenda que en aquel momento, a Dios podías presentar, El, te salió al paso en el camino, como signo de su piedad, amor y predilección por ti. En el rostro de AQUELLA ANCIANA, escuchaste la voz y viste el resplandor de tu Creador, que nunca te abandonó. Tuviste la tentación de preguntarle dónde estaba , cuando, con el corazón desgarrado, herido y humillado, mendigaste su consolación. Más El, calló, sonrió y con una humilde mirada, permitió que experimentases ser pobre: de espíritu, de corazón, de bienes, de afectos, vejado por la humillación. Aquel día, naciste de nuevo, fue ese, tu OTRO NACIMIENTO, que memorando el primero, era germen de esa Semilla Incorruptible, que aún hoy, alimenta tu vida. Desde aquel mismo instante, te acompañó su consolación, su Presencia de Padre, de Amigo, de Hermano. Cambió por completo tu visión. Los acontecimientos eran los mismos, pero tu, leías en otra clave: la clave del AMOR DE DIOS.

 

        Pudiste estudiar, quisiste conocerlo cada día más y más, adentrarte en sus Misterios, para darlo a conocer, y a otros poder ayudar. El, te bendijo con una preciosa familia, la nueva prole, LA NUEVA CEPA, que debía dar fruto, el fruto de Dios, en la tierra extranjera a la que El te llevó. Pero tu, no apartaste tu mirada de El. Su Palabra seguía sosteniéndote, alimentándote por dentro, dándote fuerza. No podías esconder LA PERLA, EL TESORO que habías encontrado. Debías dar a conocer su mensaje de salvación a todos los hombres que pudieses. Tuviste momentos de dudas, de luchas, incluso la tentación de despreciar toda ciencia y progreso. Toda técnica de esa sociedad materialista, en la que…, sin saber cómo, te habías embarcado. Más El, te instó a que no lo hicieras, “utilízalo como medios para ayudar  a los demás y darme a conocer”.¡Qué bien entendiste su lección! Aprendiste a no desechar nada de lo creado, a amar los dones de Dios, a darle gracias por todo, a sacrificar tu tiempo, tu vida, en la noble causa de la Redención. Te abriste camino tu sólo; más no, no estabas sólo, El estaba contigo, El, estaba en ti. El, siempre te acompañó. Sus huellas quedaban grabadas en el barro, a tu paso por el camino de la vida. Tus pies, allí, dejaban inscritas las pisadas y el nombre de Dios. Siempre supiste que no era mérito tuyo. Que era El, el  protagonista, y tu, un pobre instrumento en sus manos. Le diste tus mejores años, tus alegrías, tus tristezas, tus obras, tus sonrisas. Tus errores te ayudaron a crecer. Fuiste fiel, y a tiempo, supiste rectificar.

        Ahora, en la etapa más preciosa de tu vida, cuando has sembrado y empiezas a recoger los frutos copiosos y dichosos del barón que confía, cuando has madurado y llegado a la edad de la reflexión y la contemplación, valoras todo lo acaecido a lo largo de estos años, en clave positiva: “A los que aman a Dios, todo le sirve para el bien”. Echas una mirada atrás, y no te ha pesado nunca el haber abandonado todo, por el Todo; el haber sacrificado y crucificado tu existencia, en el madero de la incomprensión de los hombres, por la mayor locura de Dios: “EL AMOR A LOS QUE DICEN SER TUS ENEMIGOS”. Así, tu ágape y eros, se crucifican para dar a luz la SALVACIÓN.

        Tu, bien sabes que El, es el único Maestro y tu, un pobre instrumento; por eso, nunca osarás arrebatar su gloria. Lo sé. El, te ha destinado para cosas grandes. Quizá haya pasado por tu cabeza, alguna vez, el pertenecer a otra iglesia, no vivir más en ese país, pero ahí, donde Dios te sembró, has sabido florecer. Después de la flor, vienen los frutos, pero antes, debe llover, azotar el viento y el mal tiempo. Nada debes temer, El sigue contigo en la barca, El rema contigo, mar a dentro. Cada vez más adentro, más hacia tu interior donde has aprendido a conocer el corazón del hombre, conociendo el de Dios, conociéndote, un poco, a ti mismo.

        Ningún hombre es igual, ningún hombre se repite. Lo que si se repite , año tras año, día tras día es la HISTORIA DE TU SALVACIÓN. Cristo, atavesado el tiempo y el espacio, en un ETERNO ABRAZO, la oración, se te ofrece a sí mismo, todo entero. Tu amor esponsal, es el símil del amor de El, con su Iglesia, del amor suyo contigo. Tus hijos, son el fruto bendito, nacidos de una unión de amor, para seguir mostrando su salvación a las futuras generaciones. El, se encargará de que tu nombre perdure, por siempre, como la de cualquier profeta u hombre de Dios, de bien, del pueblo de Israel. “Y tu Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última. De ti saldrá un Pastor, de tu pueblo Israel”. Estas palabras fueron escritas hace miles, millones de años, para ti. Uno de tus hijos, será pastor, del pueblo de Dios. Gracias a tu fidelidad, con caídas y retrocesos, con aciertos y desaciertos, pero siempre con tu mirada puesta en El , a través de tus hijos, seguirás siendo una bendición para tu pueblo. Por eso, nunca te pese el haberte desposado, y no haberte consagrado tu, solo, par el Señor. En tu historia, estaba escrito que debería ser así. Hoy, la Iglesia, yo, pobre sierva suya, doy, damos gracias a Dios por ti, por tu descendencia, que perdurará de generación en generación, al filo de su Palabra.

 

        Sigue siendo luz, José Luís, para los que se crucen en tu camino, amigo mío. Deja a un lado tus oscuridades y tus limitaciones, propias de la mortal condición y disfruta cada día, en el ETERNO ABRAZO DE DIOS, la oración, que sale de tu gran corazón al contacto con su Palabra. Gracias por tus sacrificios, por tus “noches oscuras y desveladas”, por tus lágrimas de purificación. Gracias amigo, por tantos años de entrega, de sacrificios. Gracias amigo, porque aún sin verte, sin conocerte personalmente, a través de Dios, y de un pobre instrumento, gracias a El, unidos en su Hijo Jesucristo, hemos entrado en comunión. Déjame decirte hoy que te quiero, que empatizo contigo, que mi alma, tiene mucho en común con la tuya. Este es el mayor regalo de Dios, para mi, en mi historia personal. TE AMO, aún sin conocerte, porque esto me lo enseñó Dios. A El, la gloria y la alabanza, y a ti, las gracias y mi bendición, en este precioso día, aniversario de tu nacimiento para el mundo, aunque desde siempre ya estabas en la mente de Dios, por toda la Eternidad.

 

 

Tu hermana pequeña en Cristo y amiga del alma.

 

Sor Irene

 

 

“discurre más un necesitado, que un hombre muy letrado”.

  

  

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Los escritos de Jose Luis G.(Md.& Dr.), son originales,

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Re:Carta profetica de Sor Irene para Jose Luis Gonzalez

Date Posted:09/02/2017 4:47 PMCopy HTML

 Una voz
en su tiempo
y en su momento.



jl.7
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