Introducción:
Podemos evitar ser engañados por la falsa doctrina si conocemos bien nuestra Biblia y si tenemos una actitud correcta. El Señor Jesucristo hizo la promesa de mandar su Espíritu Santo para guiar a su iglesia. El Señor promete que el Espíritu Santo nos guiará a toda verdad. El apóstol Pedro nos dice en su segunda carta que la profecía no es de interpretación privada (II Pedro 1:20). Lo que el apóstol Pedro nos está diciendo en que la interpretación de la Escritura tiene mejor garantía cuando se hace en el contexto de la comunidad cristiana. Si somos fieles en la dependencia del Espíritu Santo y no dejamos de reunirnos con el resto de los hermanos en la fe, entonces no seremos engañados. Este pasaje da varios pasos a seguir:
I. Tener buen orden. (2:5) (1ª. Corintios 14:40).
Es una fuente de gozo para otros.
El apóstol Juan confirma esta verdad cuando dice claramente que no tiene mayor gozo que el hecho de que los creyentes andan en la verdad. El creyente debe ser una persona que anhele en su corazón vivir de acuerdo a la enseñanza de la Palabra de Dios. El creyente ordenado es aquel que vive constantemente en la dependencia de Dios.
Es un testimonio.
La vida de piedad es una herramienta que usa el Espíritu Santo para despertar en otros el anhelo de ser santos como los cristianos que obedecen al Señor. Un mal testimonio quita el deseo de cualquiera de convertirse al Señor Jesucristo.
II. Estar firmes en la fe. (2:5,7).
Es una fe personal.
La fe no nace de los ritos religiosos, sino del conocimiento de la Palabra de Dios. Nadie puede creer en Cristo sin primero escuchar el testimonio de la Palabra de Dios. (Efesios 1:13). Debemos esforzarnos para que todas las personas tengan contacto con la Palabra de Dios para que al ser escuchada, el oyente ponga su confianza en el testimonio que nos trae dicha Palabra.
Es dirigida hacia Cristo.
La fe que salva es aquella que descansa en la persona del Señor Jesucristo. Cristo le da sentido a la fe. El ministerio del Espíritu Santo es hacer que a través de la Palabra el oyente ponga su confianza en la obra del Señor Jesucristo.
Trae convicciones.
La fe salvadora se enraíza en el corazón y nadie puede arrebatar esa fe que está garantizada por el poder de Dios. Le ruego haga una lectura de Romanos Cáp. 8 para que reflexione acerca de la convicción cristiana que produce la verdadera fe que descansa en la persona del Señor Jesucristo.
Se basa en Las Escrituras.
III. Andar en Cristo. (2:6).
Por fe. La Biblia nos dice en Hebreos 11:1 que la fe "es la convicción de lo que no se ve". Muchas personas dicen que esperan una demostración para creer, pero entonces ya no es fe. Fe es la absoluta confianza que ponemos en el testimonio de lo que dice la Biblia. Si Jesús dice que donde hay dos o tres congregados en su nombre allí está El, entonces yo debo tener una actitud correcta en el culto cristiano porque allí está la presencia literal del Señor Jesucristo; si la Biblia dice que el cristiano es el templo del Espíritu Santo, entonces yo debo ser santo hasta en mis pensamientos más íntimos porque allí está literalmente la presencia del Espíritu Santo.
Continuamente. (Tiempo presente). Todos hemos visto cómo hay muchas personas con la idea de una actitud de profundo respeto durante un culto religioso, pero después del culto la vida de vuelve licenciosa; la enseñanza bíblica es que la vida del cristiano debe ser santa siempre, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia. El libro de Daniel nos cuenta la historia de cuatro jóvenes hebreos que por circunstancias ajenas a su voluntad fueron llevados a una corte imperial donde había toda clase de perversiones, pero aunque las circunstancias eran adversas, aquellos muchachos se mantuvieron fieles en las más difíciles circunstancias. La Biblia dice que Dios derramó toda clase de bendiciones sobre aquellos creyentes porque su fidelidad para con Dios fue siempre.
IV. Ser arraigado. (2:7).
Repasando las bendiciones personales.
Todos somos objeto de las bendiciones del Señor; Ud. puede reflexionar un momento acerca de todas las bendiciones que ha recibido de Dios. Sé que en este mundo recibimos muchas experiencias desagradables, pero también recibimos bendiciones. Entonces recordemos todas las cosas buenas que hemos recibido de Dios y allí en una actitud de reverencia inclinemos nuestros rostros a Dios por lo bueno que es para con todas nosotros.
Recordando su llamamiento.
Es un llamado de Dios, es una llamamiento santo. Estimado lector, su llamamiento a la vida cristiana no vino de ningún hombre ni de ninguna institución humana, sino de Dios. Somos cristianos porque nos llamó el Señor a través de su santo Evangelio. (2ª. Timoteo 1:9).
V. Ser sobreedificado. (2:7).
Es un proceso durante toda la vida. (Tiempo presente).
El plan de Dios es que crezcamos hacia la madurez cristiana; la madurez sólo es posible por la lectura disciplinada de la Biblia y la obediencia sincera a las demandas divinas expresadas en su Palabra. A lo anterior debemos agregar el elemento de la relación fraternal con los hermanos en la fe. Dios nos hizo seres gregarios y eso demanda la relación social con aquellas personas que piensan como nosotros. En la relación con los demás cristianos tenemos la oportunidad de poner en práctica los mandamientos de nuestro Dios. Nadie puede crecer o ser santo en el aislamiento; el deseo de Dios es que nos congreguemos en la iglesia local donde debemos servir.
Es algo que hace Dios. (Voz pasiva).
El crecimiento lo da Dios, pero nosotros podemos plantar la semilla y cultivarla conforme a la información bíblica y Dios hará su obra de crecimiento.
VI. Ser agradecido. (2:7).
Una de las causas de nuestra desesperación es que estamos preocupados por las cosas que no tenemos y nos olvidamos de dar gracias por las cosas preciosas que el Señor nos ha dado. Él nos ha dado la familia, nos da las cosas necesarias para que la vida sea posible, y sobre todas las bendiciones nos ha dado la más gloriosa: ¡SER HIJOS DE DIOS!. (Juan 1:12). Hermano, sea agradecido.
VII. Estar alertas. (2:4,8).
VIII. Sospechar tradiciones.
La palabra "tradición" vine del término griego "parádosis" que significa literalmente "el mensaje entregado" como cuando un maestro da la enseñanza a sus discípulos. Ahora bien, el término tiene dos sentidos en el Nuevo Testamento: uno bueno y otro malo; por ejemplo, cuando el apóstol Pablo se está refiriendo a la enseñanza apostólica, entonces tiene sentido bueno como en el caso de II Tesalonicenses 2:5 y 3:6. En estos pasajes en que Pablo está usando el término "parádosis", se está refiriendo a la tradición en el sentido de la enseñanza que los apóstoles dieron a los creyentes en el Señor Jesucristo. Pero cuando se usa la palabra tradición refiriéndose a la enseñanza de los fariseos, entonces tiene sentido malo como en el caso de Mateo 15 donde Jesús acusa a los fariseos de anular la Palabra de Dios por la tradición de los ancianos judíos. Es en este último sentido que la Biblia condena toda tradición humana porque atenta contra la Palabra de Dios. Veamos algunos ejemplos de tradiciones:
1. Oraciones por los muertos, 300 D.C.
2. Santiguarse. (persignarse), 300.
3. La misa, 394.
4. Exaltación a María, 431.
5. Vestido distinto para los curas, 500.
6. Purgatorio, 593. (Véase Lucas 16:26, además de todo el capítulo).
7. Oraciones a María y a los santos. (Lea Jeremías 33:3; Juan 6:37).
8. Título de "Papa", 607.
9. Canonización de santos, 995. (El papa Pablo VI descanonizó a un montón de santos entre los cuales está San Cristóbal, sin embargo, la gente idólatra siempre sigue adorando a todos los santos).
10. Ayuno los viernes, 998 (Lea Oseas 6:6).
11. Celibato de sacerdotes, 1709.
Esta es una doctrina de demonios de acuerdo a 1ª. Timoteo 4:1-3; La Biblia enseña que si alguno desea obispado, es decir, ser clérigo, entonces tiene que ser marido de una sola mujer. Muchos siervos de Dios renunciaron al matrimonio, pero no por obligación, sino por decisión propia, para evitarse los problemas propios del hogar. (Véase Mateo 19:10-12) (1ª. Corintios 7:7-9). Si el papa dice que él es el sucesor de Pedro, entonces que se case porque el apóstol Pedro enseña que se debe amar a la esposa. (1ª. Pedro 3:7) No olvidemos que el apóstol Pedro era casado puesto que el Señor Jesús sanó a la suegra del apóstol. (Mateo 8:14,15) (Véase 1ª. Timoteo 3:1-5).
12. La lectura bíblica prohibida, 1229. Es interesante saber que el Señor Jesús ordenó que las personas que buscan a Dios lean las Sagradas Escrituras (Juan 5:39). Y esto lo dijo a sus enemigos, cuanto más a los que creen en Él.
13. Tradición de igual autoridad a la Santa Biblia, 1545. (Marcos 7:2-13).
14. Libros apócrifos agregados a la Biblia. Estos libros apócrifos son 7 además de otros párrafos agregados a la Biblia. Nosotros usamos los libros del Antiguo Testamento tal como los usan los judíos porque a ellos fue encomendada la Palabra de Dios. (Romanos 3:2).
Este dogma de agregar los libros apócrifos fue dado en 1546.
15. Concepción inmaculada de María, 1854.
16. Infalibilidad del Papa, 1870. Esto quiere decir que el Papa no se equivoca en asuntos de doctrina. Esto es absurdo si se piensa en el hecho de que un mismo Papa (Pablo VI) quitó a unos "santos" que otros papas habían canonizado. (Véase lo que la Santa Biblia enseña en Romanos 3:4. Recuerde que el Papa es hombre.
17. Ascensión de María, 1950. Este dogma enseña que María no murió, sino que fue levantada en cuerpo y alma al cielo. Que absurdo pensarlo hasta en 1950 si eso fuera cierto.
1. Música triste para el funeral de un hermano. Para los cristianos la muerte no es tragedia, sino victoria en Cristo Jesús.
2. Cultos de oración sólo los días lunes.
3. Servicios de adoración los domingos por la mañana y servicios evangelísticos los domingos por la tarde. Estas observaciones de tradiciones evangélicas el autor las ha visto, pero en el seno de los bautistas latinoamericanos.
Conclusión:
El plan de Dios es que cada creyente sea firme y sano en la fe. Pero para lograrlo es necesario que enraicemos nuestra fe cada día en el conocimiento de la Biblia. Además, debemos anhelar el reunirnos con otros creyentes que aman a Jesucristo para que juntos sirvamos al Señor. Hay una promesa para todos los que amamos a Cristo y a la Biblia: "Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén". (Judas 24 y 25)
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