Cuando yo era un muchacho
Por Dr. Jose Luis Gonzalez
Cuando yo era un muchacho,
sabia que estaba llegando a
una epoca de mi vida, en la
cual deberia recorrer un camino
desconocido para mi,
la epoca de la niñez se habia
marchado, mi agenda ahora
era distinta a la que antes manejaban
mis padres.
Cuando yo era un muchacho,
me dedique con esmero
a los estudios, a practicar
el deporte, y a tratar de cumplir
con dedicacion, cualquier
actividad que se me
encomendara,
ayudaba a mi padre en su trabajo
en una radio emisora , llenaba
de besos a mi madre al llegar a
casa e inventaba juegos con
mis hermanos menores
( los cuales deberian sujetarse
a las reglas que yo les imponia)
Cuando yo era un muchacho
de diecisiete años de edad,
me gradue como contador,
trabaje en una oficina contable
y en agencias bancarias.
Luego de la jornada laboral,
salia para la universidad, en
donde estudie lic. en administracion de empresas.
Cuando yo era un muchacho,
me gustaba usar el cabello
largo ( aunque mi cabello jamas
crecio hacia abajo, por ser del tipo rizado-moderado).
Recuerdo que en una
ocasion, fui a una entrevista,
con mi cabello largo, se
trataba de una oportunidad
de trabajo en un banco,
en el cual estaria presente
el presidente y el gerente
general. A dicha entrevista
habiamos asistido unas cien
personas, luego de un tiempo
de espera, durante el mismo
dia, los ejecutivos me llamaron
para que entrara nuevamente
a la oficina de ellos, el gerente
general, me dijo:
- ¿Oye muchacho, no tienes
dinero para cortarte el
cabello?
yo sonrei, y les dije que lo que
habia sucedido, fue que yo
habia salido muy bien peinado
de mi casa, pero que ese
dia me estaba transportando
en mi motocicleta, y que
por esa razon, el cabello se me
habia alborotado.
El presidente me dijo:
- muchacho, la oportunidad de
trabajo es tuya, presentate
mañana a las 8 de la
mañana para que comiences
a trabajar con nosotros, pero
ve a la peluqueria inmediatamente.
La verdad, es que yo no fui a
la peluqueria, porque no
me gusta que me toquen
mi cabellera,
yo mismo me he cortado
el cabello siempre.
Pasados dos meses ya tenia
mi cabello igual que antes,
pero nadie me dijo nada,
y me converti en el primer
empleado bancario con el cabello
largo, a quien las secretarias
se acercaban para decirle:
Josesito...ven...dejate que
te peine, porque andas
algo despeinado
Cuando yo era un muchacho,
dedicaba tiempo a escribir
poemas, historias y cuentos;
me encantaba visitar lugares
con paisajes, escalar montañas
y recorrer la campiña.
Algo que siempre me gusto, fue
visitar pueblos en los que jamas
habia estado, caminar por sus
calles, hablar con la gente y
comprar alimentos de sus
propias costumbres.
Cuando yo era un muchacho,
un dia de esos llenos de aventuras
sanas, y en el que me disponia
a viajar a un pueblecito para
escalar un cerro y ecribir
poemas, mi padre me
presto su vehiculo y
mientras viajaba, vi a Dorita,
una chica joven a quien
conocia desde que era una bebita,
me hizo señal de parada,
estacione el vehiculo, y me
pregunto que hacia donde iba,
luego que yo le explique, ella
me dijo que si la podia llevar
conmigo, le dije que no habia
ningun problema.
Luego, mientras ibamos a
mitad del camino, vi que
habia un campesino vendiendo
sandias a la orilla de la calle
polvorienta, le dije a Dorita
que pararia para comprar una
y comerla durante el viaje,
para sorpresa mia, cuando
yo baje a comprar la sandia,
Dorita salio del vehiculo, y
comenzo a correr, buscando
el regreso hacia su casa.
Definitivamente estabamos lejos,
yo di la vuelta, subi la sandia al
vehiculo y sali en busca de Dorita.
En aproximadamente cinco
minutos le habia dado alcance,
ella no queria subir, le pregunte
cual habia sido el motivo por
el cual se lleno de terror,
entonces me explico que
al frente de donde estaba
el campesino, habia un motel
y que ella vio el letrero,
entonces penso que yo
compraria la sandia y luego
la meteria a dicho lugar,
el panico invadio su ser y salio
huyendo como un cohete hacia la luna.
Yo le dije:
Dorita vamos sube, regresemos
a casa, este dia parece
que no escribire poemas..
.ni tampoco comere sandia,
vamos, llevala entera para tu casa.
Aun recuerdo el momento cuando
Dorita se bajo del vehiculo,
con la sandia abrazada, a lo
lejos su falda blanca se movia
con el viento, mientras yo decia....vaya mujeres!!.
Cuando yo era muchacho,
un fuerte deseo de buscar
a Dios lleno mi corazon,
le escibi poemas, le di mi
juventud, mis mejores años,
mi fuerza, mi sonrisa y ahora
siendo adulto, digo:
Cuando yo era un muchacho...
busque a Dios
y El vino a mi.
Miami Florida USA
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