Abre tu corazón a Dios y recibe esos ríos de agua viva que sanaran
tu interior, serán tan fuerte ese fluir que darán vida a toda las parte
de tu ser que se han secado, por la desesperación, por la angustia, el dolor y
el quebranto, pero hoy Dios te dice Ven hijo mío, recibe el agua de vida, agua viva
y apagarás tu sed.
El mundo no puede apagar la sed del alma,
solo Cristo puede hacerlo
amados hermanos,
busquemos esas corrientes, esos manantiales, y
nademos en el río de Dios...en las aguas
vivas y comenzará a florecer tu vida... y
ahí dentro de ti comenzará a brotar aguas
limpias, llenas de paz, sanidad, y alegría
ya tu rostro se tornara lleno de gozo,
porque la sequedad del alma ha sido
saciado por Cristo Jesús.
Gloria a Dios!!! Cristo Vive dentro de ti
y de mi.
Con amor
Carolitta