Discerniendo los límites  

“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener,sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno" Romanos 12:3.

Cada uno tiene un llamado divino para funcionar en el Cuerpo de Cristo. Una visión divina que Dios le ha confiado y somos dirigidos por Él para lograrla y para discernir los límites de nuestra jurisdicción. Pero al desarrollarnos dentro de la vida cristiana podemos irnos fuera de nuestro terreno.

¿Por qué algunos creyentes  pasan los bordes? Porque:

1. Piensan de sí mismos más allá de lo que deben

2. No distinguen los límites

3. El orgullo los hace ir más allá

4. Tienen talentos, recursos y habilidades dados por Dios pero los usan de acuerdo a su propia visión

Y hacen lo que no están comisionados y autorizados por el Cielo para hacer.
Comienzan por el Espíritu (crecen se desarrollan) y terminan fuera de la voluntad de Dios.

Estas personas comprendieron:

1. La posición en Cristo

2. El compañerismo con Dios

3. El combate con el diablo

Pero eso no es suficiente, deben a prender a funcionar unidos al cuerpo, a regular la actividad dentro del ministerio. No ir más allá de lo asignado por Dios. No avanzamos por voluntad propia sino por conectar nuestra voluntad con la de Dios.

Hay suficiente revelación en el ministerio del Espíritu Santo para ver el camino del éxito.

Al movernos en sumisión a la autoridad y dirigidos, produciremos frutos.

Más importante que hacer buenas cosas es hacer las cosas de Dios.

Y no salirnos de la jurisdicción Espiritual.

Algunos se salen de jurisdicción por descontentos y hacen lo incorrecto. Tenemos el ejemplo de Saúl, quien fue rechazado porque siempre tenía una idea mejor que la de Dios.

No podemos arriesgarnos a perder la unción.

Debemos aprender a estar contentos. Dios nos dio:

1.Vida eterna

2.Dones y habilidades 

3.Una tarea

Dios tiene un plan para cada persona debemos:

1.Correr como valientes

2.Completar el plan divino con éxito

3.Desarrollar el potencial al máximo

Dios preparó grandes obras de antemano para que usted camine por ellas, pero para tener éxito manténgase en sujeción a sus pastores, como lo hicieron los discípulos con Jesús.

Oración: Padre en el nombre de Jesús, ayúdame a caminar en el plan y en el propósito asignados por ti desde antes de la fundación del mundo. Quiero hacer tu voluntad y no la mía Señor. Gracias porque sé que tu Espíritu Santo me guiará a toda verdad en el nombre de Jesús. Amén.