El efecto coyunda
Por Dr. Jose Luis Gonzalez Miami Fl.
coyunda
f. Correa fuerte o soga con que se uncen los bueyes al yugo. Correa para atar las abarcas. fig.Unión conyugal. Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
Me crie en una zona dominada geograficamente por la ladera de un enorme volcan, el cual desde mis tempranos años era aprovechado para mis practicas deportivas, y siendo un conocedor de la zona, recorria las carreteras principales, de arriba hacia abajo o en sentido contrario, de abajo hacia arriba, ya fuera a trote linpio o en bicicleta.
Siete años de edad muy bien oxigenados por mis despertares madrugadores, los cuales se anticipaban al sol, siempre me encontraban en mis faenas deportivas, con un buen baño de agua tibia con hojas de naranja agria de los arboles de mi padre.
Ya cuando el astro rey decia presente, yo me encontraba mas despierto que Saturno y mas lleno de vida que el mismo Jupiter, disfrutando de los incomparables desayunos de mi madre y con el uniforme del colegio.
Para esos dias, mi padre trabajaba en un taller, como proveedor, y era el encargado de ir por las piezas de repuesto de los vehiculos a donde fuera necesario. Si era hora de que yo estuviera en casa, el pasaba por mi, para que lo acompañara, el se sentia bien de que yo estuviera a su lado, casi nunca hablaba una palabra, ni yo tampoco, pero era un lenguaje especial, ambos lo disfrutabamos, Aprendi a estar junto a mi padre por miles y miles de horas sin hablar, pero yo sabia que me amada, que el no podia estar sin mi, y yo no podia estar sin el. Aprendi tantas cosas de el, y me decia, hijo, necesitamos una pieza para un camion Ford, no lo tiene la agencia, pero iremos a un pueblo donde venden piezas usadas, no puedo volver con las manos vacias, y siempre lograba su objetivo.
Un dia, al volver con la piezas, mi padre me dijo, -hijo, recuerda que tenemos una vaca y ya no tiene comida, asi que, antes de ir al taller, pasaremos comprando un saco de cascarilla de algodon, mezclado con aceitunas y miel y lo pasaremos dejando por la casa,
Llegamos a la planta procesadora de aceites comestibles, la cual, con los residuos, fabricaba alimentos para el reino vacuno.
Mi padre entro a las oficinas para hacer su pedido y mientras lo esperaba, baje del auto, me acerque a los carretoneros para conocer algo sobre ellos.
Habia un carretonero, alto, delgado, ojos verdes, y de piel blanca, se me quedo viendo y le dije,
-buenos dias señor, como se llama?
el me dijo:
- Me llamo "coyunda", pero vete a ver si ya puso la puerca!
( eso para mi, siendo un niño, me enviaba un mensaje, yo sabia que las que ponian, eran las gallinas, no las puercas),
Era como si "coyunda" me dijera, vete de aqui, te estas metiendo en un lugar que no te importa.
Vi , que estaban formados en fila y en orden de llegada atendian a su clientes, para llevarles los sacos de "cascarilla" a donde los clientes lo solicitaran, ( hacian el trato y el proceso de transporte se iniciaba)
Vi a mi padre salir de la fabrica y detras de el, venia un obrero con el saco de "cascarilla" en sus espaldas, lo puso en el auto y mi padre le dio una propina.
Regresamos a nuestra ruta, estacionamos el auto frente a nuestra casa, mi padre y yo tratamos de cargar el saco de "cascarilla" y no pudimos con el, le pedimos ayuda a dos vecinos, y entre los cuatro, logramos sacar el saco del auto y llevarlo al corredor de la casa.
Quede impresionado!
recorde la escena del obrero cargando el saco y tambien a los carretoneros.
Quede en casa, mi padre prosiguio su camino hacia el taller, yo, ayude a mi madre en las tareas domesticas y luego termine mis tareas escolares.
Paso una semana, y yo siempre acostumbraba, a eso de las cuatro de la tarde, salir de casa y sentarme frente a la carretera, recibir la frescura de la tarde y ver pasar los autos y autobuses.
De pronto, pude ver a lo lejos, un carretonero, cuesta arriba, avanzando a la velocidad de un kilometro por hora, con casi, cuarenta sacos de cascarilla, el carreton casi permanecia estatico como una fotografia.
Entre corriendo a mi casa, y me puse una camisa, sali cuesta abajo para encontrar al carretonero que venia cuesta arriba y que no podia mas.
Me puse frente a el, pude ver su rostro blanco bañado en sudor, sus hermosos ojos verdes permanecian intactos, sus manos temblorosas se afianzaban al timon de su carreton, que no avanzaba mas, pero manteniendo su orgullo y le dije:
-como se llama ud.
y el me respondio:
- Me llamo "coyunda" pero vete a ver, si ya puso la puerca.
( yo ya sabia la historia de la puerca y las gallinas e ignore al bruto de mi projimo)
me puse en la parte de atras del carreton y comence a empujar, yo sabia que esa pendiente tenia cuatro kilometros de distancia.
Coyunda estaba al borde del colapso y le grite:
-Coyunda!!.... encargate del timon, dirigelo!! nada mas.
en un minuto, yo tenia a diez personas conmigo, hasta que "coyunda" grito:
Paren!!, hemos llegado al destino.
Todos nos retiramos, sin que "coyunda" viera nuestros rostros.
Regrese a casa, corriendo, tome agua fresca y volvi a salir para ver pasar los autos y autobuses.
Casi habia olvidado la experiencia del carretonero, cuando de pronto lo vi, bajar, era el, "coyunda"...
me dio alegria verlo, sali a su encuentro y le dije:
-Hola señor, como se llama ud.?
- el me respondio:
Me llamo "coynda"...pero vete a ver si ya puso la puerca!
Tantas cosas que aprendi de eso, no las he olvidado jamas, siempre he ayudado a los carretoneros de la vida, con sus miles de cargas, llenos de orgullos,
mas Dios, un dia, me enseño algo mas, que tambien soy carretonero y que tengo mi propio carreton que cargar, hay dias que pesa mas que otro pero cuando ya no puedo mas..... me recuerdo del efecto "coyunda" y me digo a mi mismo.... Animo!! Ahora que no puedes, recibiras la ayuda!.
Entonces, una voz celestial me dice,
-hijo mio, controla el timon, porque Cristo esta empujando tu carreton!
Las reflexiones de Jose Luis G.(Md.& Dr.), son originales, con derechos reservadosy autoriza al pueblo de Dios para compartirlas, y colaborar enel engrandecimiento del Reino de Jesucristo.
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