El señor Jesús nos indica que hay dos caminos que el hombre puede seguir: El camino ancho que lleva a la destrucción y el camino angosto que lleva a la vida eterna. La persona cuando cree en Jesús, es sacada por el poder del Espíritu Santo del Camino ancho y puesto por la gracia de Dios en el camino angosto y eso es lo que yo he denominado "El embudo de Dios". 

Cuando usted quiere llenar una botella de cuello angosto con un liquido y lo va a hacer con una taza grande, un embudo es lo que necesitas, para literalmente obligar al liquido a entrar en la botella sin que se derrame o desperdicie ni una gota. Dios tiene un embudo, por decirlo así que le permite a El sacarlo usted (Pequeña criatura) de la muchedumbre y colocarlo exactamente donde El quiere colocarlo. 

Si usted pudiera examinarlo, se daría cuenta que el embudo de Dios está hecho de esos diferentes problemas, personas, sucesos, circunstancias contrarias, situaciones complejas en tu vida, presiones financieras, matrimonio en crisis, situaciones familiares difíciles y crisis en la Iglesia inclusive, para nombrar solo unos cuantos. Pues si querido hermano todos los problemas de tu vida están diseñados y calculados por Dios para presionarlo a usted, para entrar por el Embudo de Dios al camino angosto que un día lo llevara a la presencia misma del Señor, donde los problemas no serán más una preocupación, sino que la adoración, la oración, la alabanza, serán el curso normal de tu vida. 

RECHAZANDO EL EMBUDO - pero muchos cometen el error de revelarse contra los problemas que le asedian a diario, en vez de someterse al propósito de Dios (Santiago 1:2-3) quizás tu en este momento estas pasando por muchas dificultades en tu vida, desesperanza, soledad, pruebas y amargura, pero no lo tomes a mal ni te reveles contra el propósito de Dios, deja que el Señor en su amor te meta en el Embudo de Dios, reconoce tus fallas (Pecados) arrepiéntete y conviértete, recuerda que tu no estas en condición para solucionar tus problemas.