Hoy quiero compartir con ud. cuatro aspectos que un hombre o una mujer que ama a Dios debe saber para servirle de corazón.

En la Biblia se cita a un hombre que es catalogado como el hombre conforme al corazón de Dios; ese hombre es David, una persona como ud. o como yo, que a pesar de sus debilidades siguií siendo un hombre conforme al corazón de Dios pero ¿por qué? Es obvio que no es porque viviera sin pecar, por al contrario muy a menudo gracasó en su vida personal, pero nunca flaqueó en su deseo de tener una relación continua con Dios.

David era un hombre de Dios porque respondía y era fiel a Él. Después de haber pecado se dio cuenta que necesitaba solucionar las cosas con Dios teniendo un arrepentimiento genuino, desafortunadamente ese arrepentimiento no podía reparar el daño causado, Dios lo perdonó y su relación con Dios, pero la lista de aquellos que sufrieron por culpa de las faltas de David es larga y trágica. A lo largo de su vida David nos deja como enseñanza los siguientes aspectos:

1- Ame la presencia de Dios, David era un hombre que tenía una vida de adoración delante del Padre, pasaba tiempos a solas con Él y en medio de esa soledad aprendió a conocer a su Señor, tocaba su corazón constantemente, no actuaba en sus fuerzas sino que tenía total dependencia de El por eso la Biblia lo describe de una forma especial.

"Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a uno de los hijos de Isai de belén que sabe tocar, y es valiente y vigoroso hobre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, Y Jehová está con él". 1 Samuel 16:18.

¿Es ud. una prsona que ama la presencia de Dios? Se ha acostumbrado a vivir una vida vacía, una vida que no se sumergido en la maravillosa experiencia del poder del Espíritu Santo hoy le invito que le permita al hermoso Espíritu Santo a que sea parte de su vida.

2- El hombre conforme al corazón de Dios ama la casa de Dios , ama el proyecto de Dios, edifica en su reino pone todos sus esfuerzos para sacar adelnte la obra donde Dios lo ha colocaddo, así era David un luchador con carácter furte que defendía y hacia respetar el nombre de Dios así tuviera que enfrentarse a un gigante. La Palabra cita en 1 Samuel 17:45 lo siguiente:

"Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; más yo vengo a ti en nombre de Jehová de los ejercitos el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado".

¿Defiende ud. la casa de Dios? ¿Le ama tanto que se sacrificaría por colaborar en el reino de Dios?, ¿Por extander el mensaje de Salvación al perdido?

3- El hombre conforme al corazón de Dios ama la voluntad de Dios , se somete y acata las órdenes dadas por Dios así no vaya de acuerdo con lo que uno desea David cita unas palabras en 2 Samuel 22:2-3.

"Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza,y

Mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en

Él confiaré; mi escudo, y el fuerte de mi

Salvación, mi alto refugio, Salvador mío;

De violencia me libraste"

En los momentos más difíciles él acepta la voluntad de Dios y aunque su sueño más grande era hacer casa para Dios pero Él no se lo permitió, David aceptó la voluntad del Padre.

"Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas

Con tus padres, yo levantaré después de ti a uno

De tu linaje, el cual procederá de tus entrañas y

Afirmaré su reino. El esdificará casa a minombre,

Y yo afirmaré para siempre el trono de su reino"

¿Está dispuesto a aceptar la voluntad de Dios así le duela, está dispuesto a dejar lo que ama por obedecerlo a Él? Dios le va a ayudar.

4- El hombre conforme al corazón de Dios nunca olvida de donde lo sacó el Señor, tiene una deuda eterna de agradecimiento, David a pesar se sus victorias y sus frustaciones nunca olvidó que Dios lo había sacado del pozo de la desesperación y toda su vida giro en torno a darle a Dios ofrenda de gratitud y de reconocer su soberanía, prefería perder todo pero nunca separarse de Él y por eso afirma en el salmo 51:11

"Crea en mí, Oh Dios un corazón limpio, y

Renueva un espíritu recto dentro de mí, No me

Eches delante de ti, y no quites de mí tu Santo

Espíritu"

Por más triunfos que obtenga, por más ministerios o dones que poseamos nunca se nos debe olvidar de donde nos sacó el Señor, nunca deje que el orgullo le invada, acuerdese que tiene una deuda eterna de agradecimiento para con Él.