EL VENDEDOR

Por Jose Luis Gonzalez

( el principe de los poemas )
Miami Florida, USA 

 Por la plaza del pueblo viejo,

que sabe a cafecito caliente

y a saludos  amables,

por las calles empedradas

donde venden tamales

donde venden tortillas.

Por esas callecitas

llenas de polvo

llenas de alegria,

alli va el vendedor,

que grita sus ofertas

al viento,

hacia las ventanas.

-Paletas de leche!

recien hechas,

bien heladitas,

corre la gente sedienta,

corre la gente que esta aburrida,

es alegria !

que les quede la lengua dormida,

por el sabor de la paleta de leche.

El vendedor termino las paletas,

las vendio todas.

Y otra vez,

la gente a sus casas,

ya sin pintura,

con sus radios de pilas,

con sus rostros

tristes

o plomisos por el invierno.

Se fue el vendedor de paletas,

y por aquellas calles llenas de polvo,

llenas de tristeza,

llenas de olvido

y de silencio que se rompe

por el cacareo de una gallina

que puso un huevo.

me nace en el corazon,

vender besos, abrazos y cariñitos.

 llegaron los besos, los abrazos y los cariñitos !,

la gente se asoma por la ventana,

se acercan  al vendedor,

¿ a como los da señor ?

les digo

que tengo de diferentes precios:

Hay besos en las mejillas, son los mas caros,

son a dos por cinco centavos,

y tambien los hay para llevar,

-yo quiero dos para llevar dice una señora,

 que hace veinte años no recibe un beso.

-Esta bien, le dice el vendedor,

aqui los tiene sus dos besos para llevar.

La gente no lo puede creer,

el vendedor de besos ha vendido dos.

Se marchan, y el vendedor continua

 por la calle empedrada,

" besos, llegaron los besos, los abrazos y los cariñitos"

la gente del camino observa,

el vendedor los invita :

-venga señora, venga por aqui,

 le tenemos besos  abrazos y cariñitos,

 tenemos para aqui y tambien para llevar,

tenemos abracitos de oso, y tambien tibios,

 venga señora, ahora, hay un especial:

compre un beso y llevese otro gratis,

abrazos a mitad de precio

y cariñitos en oferta.

La gente va llegando al vendedor,

las ventanas se abren nuevamente,

comienzan a bajar,

a llevar besos,

a comprar abrazos

y cariñitos.

El pueblo no estaba triste,

 en la calle empedrada, llena de polvo,

la gallina puso otro huevo,

sacaron agua y regaron en las calles,

y mientras el vendedor de besos,

 de abrazos y cariñitos

se retiraba con las maletas vacias...

se escuchaba a lo lejos:

"paletas de leche...

Galardonado en los EE.UU

con la medalla PLUS-READING

como uno de los mas leidos