El centro de las noticias

era Texas, por la devastacion que dejo el

Huracan Harvey.

Ayer escribi sobre mis amigos en Houston

y este dia el centro de las noticias

pasa a ser "IRMA",

un potente huracan de categoria 5  que amenaza

a la Florida.

Vivo en la Florida, desde 1990 y tengo muchas experiencias con los

Huracanes, porque la Florida esta en la ruta preferida

para tales fenomenos.

En 1992, el Huracan Andrew devasto el sur de la florida

y siendo un joven en mis veinte, pude, no solamente

ver la fuerza de los vientos y las rafagas llenas de agua,

arboles caer, postes del tendido electrico sucumbir

y miles de viviendas volar como hojas de papel,

sino que tambien pude ser parte de un milagro de Dios.

Aca se los cuento:

Yo era maestro de jovenes entre los 15 y los 25 años de edad

para una Iglesia Bautista,

Era sabado por la mañana y teniamos al huracan sobre la florida,

el gobierno local no tenia un sistema coordinado.

El pais entero comenzo a enviar su ayuda,

las lluvias eran torrenciales.

De pronto, recibi una llamada de mi pastor,

el cual me dijo:

-hermanito Jose Luis, no me puedo mover de mi casa,

todo esta inundado, los carros flotan,

he recibido una llamada de los Bautistas del sur,

diciendo que viene una "rastra" llena de provisiones

valorada en $ 250,000.00

y que no saben a donde remitirla,

no hay ningun pastor en las iglesias

porque todos estan aislados,

la rastra viene por la I-95 ( carretera inter estatal )

y quiere una direccion en donde dejar el contenedor.

Mi pastor me dijo que tenia al presidente

de la convencion de los bautistas en la otra linea en espera,

y que deseaban saber si yo podia recibir la rastra,

porque ademas de ser un maestro de jovenes ( segun ellos, ese

rango me hacia alguien confiable ) yo era el miembro mas

cercano al templo.

Respondi, con una uncion especial:

- Pastor, de las instrucciones respectivas

porque yo estare esperando la rastra.

Manos a la obra, enmedio del huracan, fui a la iglesia, abri el porton

y se me acercaron dos vagabundos pidiendo ayuda.

Les dije que con todo gusto los ayudaria,

pero que por el momento, necesitaba que ellos me ayudaran a mi.

Llego la rastra, pitando como un tren,

puse a los vagabundos a detener el trafico en ambas direcciones

para que la rastra pudiera entrar al parqueo.

Luego, se bajo el chofer, me pidio que le firmara

un documento en donde decia que el donativo

estaba valorado en $ 250,000.00.

Firme aquel papel, por fe,

ya que no habia tiempo para hacer un inventario y cotejar tal monto.

Acto seguido, el chofer, separo el cabezal y me dijo:

le doy seis horas para vaciar el contenedor,

si no lo ha vaciado,

me lo llevo tal y como esta y se fue.

No habia ningun miembro de la congregacion que me pudiera ayudar,

todos estaban en sus afanes y aislados.

Les dije a los vagabundos:

Les dare mucha comida y abrigo, pero vayan por mas vagabundos

para que descarguemos el contenedor.

En veinte minutos tenia a cuarenta vagabundos

y logramos vaciar el contenedor en cuatro horas.

Recibi una llamada del pastor y le comente todo lo acontecido,

ante lo cual el me dijo :

- ... y todo lo metio en el templo?

le respondi que si,

Asustado me dijo:

- Hermano! recuerde que necesito el templo totalmente limpio

para la clase dominical.

Pense por unos segundos y le dije,

no se preocupe pastor,

tendra el templo limpio,

pero si ud, desea decirle a la congregacion

que lleguen temprano, hagalo

y asi ellos tambien podran disfrutar

del donativo.

Acto seguido, fui por mi maquina de escribir Smith Corona,

y como no habia servicio electrico para hacer fotocopias,

le puse papel carbol e hice tres copias,

de un boletin que decia asi:

"Para los damnificados del huracan Andrew,

tenemos ayuda alimenticia:

jugos, pan, leche, agua, carbon , alimentos para niños

y herramientas,

venga a la Iglesia Bautista de la calle Florida,

traiga una caja de carton y lleve su provision"

Fueron tres hojas de papel.

Uno de los vagabundos me dijo que las pegaria en los postes

y en cuestion de quince minutos, teniamos una linea

de cuatro cuadras.

Las familias entraban con una caja de carton

y adentro, los vagabundos les entregaban las provisiones.

Yo estaba al borde del colapso

pero ver la muchedumbre y a los vagabundos

me lleno de animo.

El pastor me llamo a las doce de la noche

y me dijo :

hermano Jose Luis :

Se podra dar la clase dominical?

le dije:

claro que si pastor,

toda la congregacion, tendra su clase respectiva,

pero al final del edificio del templo

hemos dejado una gran cantidad de provisiones

para los miembros de la Iglesia.

pero, permitame decirle, mi amado pastor,

que este dia en mi clase

tendre algunos alumnos nuevos,

por favor no me los critique,

no cantan solfa

ni se visten de traje,

solamente son ...mis alumnos.

Luego de un mes,

vinieron los reconocimientos,

y los Bautistas del Sur recibieron

grandes honores por haber ayudado a los damnificados.

Mientras eso sucedia,

yo recibia en el buzon de mi apartamento

una nota que decia:

"hermano Jose Luis, el jueves a las siete de la noche

usted tiene una cita con el concilio

por haber permitido que seres ireverentes pisen

nuestros templos".