La comunicación libera

¿Cuántas personas han vivido esclavizadas al rencor, resentimiento, amargura, etc. por no propiciar un diálogo que podía leberarle para siempre de ese lastre? ¿Cuántos/as habrán pasado toda una vida creyendo una mentira que alguien les llevó en un momento dado, y en vez de inquirir el asunto con la persona indicada, prefitió odiar y buscar la manera de vengarse, dejándose así engañar por el enemigo de las almas?.

¿Tiene algo contra alguien, con razón o sin ella? No permita que ese sentimiento le enferme y le destruya; decubra la senda que lleva al bienestar y a la sabiduría interior, inquiriendo y hablando lo que por mucho tiempo ha estado guardando, con quien tiene que hacerlo. Si se dispone a dar el paso con ánimo de sinceridad y transparencia, tenga por seguro que eso mismo recibirá.

¿Cuántos hogares sucumben cuando, en vez de establecer una comunicación sincera para resover sus problemas, prefieren erigir barreras que estropean para siempre su relación, afectándose malamente todos los afectados? ¿Cuántas familias se distancian por años por no buscar el momento oportuno para resolver sus diferencias, y/o perdonarse mutuamente sus ofensas hablando? "El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas" Prov.10:12.

El o la que prefiera guardar distancia antes de diaponer su corazón a un entendimiento razonable con el que pudiera considerar su adversario, sea quien sea, no tiene idea del daño que se está infligiendo a sí mismo/a. Todo su ser es afectado: espíritu, alma y cuerpo, aquello que nos demanda a todos el Señor, que sea guardado irreprensible.

¿Se encuentra usted en ese laberinto, en esa esclavitud impueste por usted mismo/a, impidiendo en que pueda triunfar de una vida plena, sin ataduras de ninguna clase? Deje hoy de maldecir y comience a "bendecir" a quien o a quienes, por sabe Dios cuanto tiempo, les ha constituido en sus enemigos. Tome hoy la desición de liberarse de ese yugo que, ha estado llevando sin razón. De usted depende; en sus manos está la salida. Hable, dialogue, comunique su malestar con quien es debido y vivirá la satisfacción y bendición que su alma ha estado anhelando.

"¿Quién es el hombre que desea, Que desea muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal, y haz el bien;  Busca la paz, y siguela." Salmo 34:12-14.

Jaime