La estrella más brillante del cielo Superar la partida de alguien especial es
siempre doloroso, muchos piensan que nunca
se superara sino que se aprende a vivir con el
dolor o el vacío que esa persona dejó, es algo
desgastante, que requiere de un esfuerzo enorme para sobrellevar todos los
sentimientos
encontrados que siente el corazón, siempre he
pensado que no es lo mismo que alguien se
se aleje de ti por decisión propia que perder a
un ser muy querido que fue llamado por el
Señor. Es realmente difícil despedirse de quien amaste un día, de aquella persona con la que tanto compartiste y fuiste feliz, queda un vacío y muchos recuerdos, que si bien es totalmente cierto que nadie ocupa ese lugar y nada sustituye lo que esa persona fue en tu vida, sea poco o mucho el tiempo que lo tuviste contigo no queda más que agradecer a Dios la oportunidad y el tiempo de haberlo tenido contigo. En lo personal, me tomó mucho tiempo superar la partida de alguien que marcó mi vida, el fallecimiento que experimente fue el de la persona que menos esperaba y que más influencia tenía en mí en todos los aspectos, fueron momentos muy dolorosos, pero con el tiempo y la ayuda de Dios los superé, hoy llego a su casa y cada que voy a ese lugar viene algún recuerdo aunque sea mínimo, pero cada que pienso en lo que viví a su lado hay una sonrisa en mi rostro y digo “Gracias Dios por prestarme a esa estrella por un tiempo”. Sé que no te conozco pero escribí esto especialmente para ti, tu que sufres la partida de un ser amado, que hoy lloras y miras al cielo preguntando como vas a hacer para superarlo, de donde es que vas a obtener la fuerza, y porque esa persona se fue así tan rápido, quiero decirte: Dios conoce tu situación, sabe el dolor que sientes, y ha visto cada una de tus lágrimas, las que derramas a solas en tu habitación, las que escondes detrás de un “estoy bien”, Él tiene tu situación en sus manos, y aunque parece que hay cosas que tal vez no entiendas, quiere darte fuerzas, consuelo y llenar tu vacío con su presencia, hacerte saber que no estás solo y con su amor sanará tu dolor. Dios es el único capaz de transformar la tristeza en alegría, pensar en eso se ve tan imposible, pero realmente es posible si se lo permites, los recuerdos dolorosos se vuelven vivencias que te hacen fuerte, la inseguridad aumenta la fe, y la tristeza por quien perdiste se convierte en la certeza de saber que hoy es una estrella que brilla con toda su fuerza en la presencia de Dios. Es necesario desahogar el dolor, sacar la tristeza y eso lleva tiempo, nadie puede decirte que no sufras o que no llores por haber perdido a alguien a quien amabas, pero debes saber que sobre todas las tristezas Dios tiene una medida tan grande de amor que te sacará de ellas, por cada lágrima tiene un “te amo” y un “Yo estoy contigo”. Recibe consuelo y descanso en los brazos de amor que te esperan cada vez que estás triste, tal vez las palabras no son suficientes hoy para aliviar el dolor, pero Dios le hará saber por todos los medios que sigue con usted, tendrá detalles para recordarle que es su especial tesoro y aún tiene planes hermosos para ti. Jaime
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