¡Oh! ¿Cuando llegará el corazón del hombre siquiera en pensamiento, a la altura de la gracia y la paciencia de Dios?

Es el amor que es en Dios, ningún atractivo en el pecador, lo que explica la sobreabundancia de su aceptación en Cristo.

No hay dar en la "provincia apartada", ni siquierase dan se dan algarrobas. Satanás lo vende todo, y muy caro al precio de nuestras almas. Todo se ha de comprar. El principio del mundo es que "nadie da nada por nada" ?Quiere encontrar alguien que realmente da? Ha de ir a Dios.

La gracia no tiene límites, carece de ataduras. Seamos lo que seamos (y no podemos ser peor de lo que somos), a pesar de ello lo que Dios es hacia nosotros es AMOR.

Su gracia es siempre sorprendente, y se relaciona con cada fibra y anhelo de nuestros corazones con el acto de Cristo de hacerse hombre, que nos lleva a un lugar que nadie puede conocer si no se está en Él. Y sin embargo uno no es nada allí, aunque unido a Él lo es todo en el lugar de bendición.

"Siendo aún pecadorees, Cristo murió por nosotros" Vemos sencillamente dos cosas es esto que el pecador carece de fuerzas, está sin riquezas.  Cómo mísero hijo pródigo, ha desperdiciado todo lo que tenía, y ahora vuelve en sí, y está para  volver y no tiene nada para llevar consigo. ¡Cómo un marinero náufrago, todo lo ha hechado por la borda, todo va a la deriva, y él mismo debatiendose en las oscuras olas, es echado sobre la playa agotado y pobre, habiéndolo perdido todo! Pero bendito sea Dios, si hemos llegado a la playa, Dios está ahí, y es por nosotros y sabemos que no seremos rechazados, y que podemos recurrir ahora a todas las cosas que Dios  puede dar. "El que no eximió ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cisas?.

La forma en que llego a sentir la enormidad del pecado es por la grndeza de la gracia que ha dado satisfacción por el pecado.

"Para mostrar a los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de Su gracia en su benignidad para con nosotros en Cristo Jesús" Esta es la manera en que los ángeles aprenderán, junto a los principados y poders en los lugares celestiales, el significado de "las sobreabundantes riquezas de su gracia". ¡Ellos verán al ladrón, y la mujer de la ciudad que era pecadora, y también a nosotros, en el mismo lugar y gloria que al Hijo de Dios.

Dios te enseñará, en el desierto.

Cómo es el Dios que has conocido;

Paciente en gracia, poderoso en santidad,

Toda Su gracia hará Él abundar contigo.

El elogio, "Bien, siervo bueno y fiel" suena dulce a los oídos, y tanto más para aquel que sabe que sólo es por Su gracia que podemos ser lo primero y lo segundo.