Le encantaba escucharme,
lo notaba facilmente en su rostro,
al principio me costo trabajo,
porque mientras yo hablaba
me miraba a los ojos
y pensaba que no me prestaba atencion.
Yo suspendia la conversacion
y le preguntaba:
-¿ quieres decirme algo?
ella respondia:
- no, lo que sucede es
que me encanta escucharte.
Me puse a pensar sobre que cosas
a ella le gustaba escuchar,
y lo que sucedia, era que en forma natural,
le narraba historias,
al principio pense que le aburrian,
pero luego me di cuenta
que le encantaban.
Buscaba lugares apartados,
como los jardines,
o la playa,
alli me esperaba,
quieta, como la arena,
calmada como la espuma,
serena como las gaviotas en vuelo.
No miraba el reloj,
pues sabia que yo llegaria,
pero ella estaba antes,
para preparar su alma,
para refrescar su corazon.
A ella le encantaba escucharme,
lo decia con su mirada
y a veces con sus palabras.
Yo en cambio,
le contaba historias...
en donde ella era mi amor