Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje ni palabras ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz y hasta el extremo del mundo sus palabras En ellos puso tabernáculo para el sol; Y éste, como esposo que sale de su tálamo, Se alegra cual gigante para correr el camino. De un extremo de los cielos es su salida, Y su curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de su calor.”
Por sí mismos los cielos dicen ser obras de las manos de Dios, porque deben tener un Creador eterno, infinitamente sabio, poderoso y bueno. El contraste de día y noche es una gran prueba del poder de Dios y nos llama a observar que en el reino de la naturaleza, como en el de la providencia, El sol del firmamento es un emblema del Sol de justicia, el Esposo de la iglesia, y la Luz del mundo, que por su evangelio difunde luz y salvación divinas a las naciones de la tierra. Él se deleita en bendecir a su iglesia con la cual se ha desposado; y su curso será inagotable como el del sol hasta que toda la tierra esté llena con su luz y su salvación.
Salmos 19:1-6
Con Amor Carolitta |