Como cuando pasa la lluvia

dejando la tierra mojada,

el horizonte nublado

enmedio de la noche.

Asi como en los dias

cuando el recuerdo de

las tardes de los lirios del valle,

fueron ocultados

por los truenos vespertinos

en el alma desvanecida.

Como ante el rugido

del viento,

con las amenazas de los carros

de Farahon,

o como el corazon

de Juan el bautista

en la prision.

En el momento intenso

cual huerto del Getsemani,

los angeles de Dios,

me sustentan,

alivian mi carga,

y me dicen que

detras de la neblina,

esta mi bendicion.

Me dicen al oido,

que la afliccion

esta cubierta de mi galardon.

Oh,

noche sin nombre,

que te desvaneces

ante la presencia de Dios,

Oh, neblinas

entre mi esperanza,

que se disipan

ante el amanecer de Cristo.

Fue mas fuerte el amor,

fue mas grande el sustento de Dios,

que por mis venas,

tambien me amo,

con sus brazos me sustento,

su esperanza me visito,

y la fe

se engrandecio.