Nos vamos con el Señor El arrebatamiento siempre ha sido un acontecimiento que todos hemos anhelado. Muchos han perdido la fe por causa de los falsos profetas, por los falsos mensajes, por los falsos adivinos, por los falsos atalaya que se pasan anunciando el fin que no llega. Pero ese inento de Satanás por confundir al pueblo de Dios ocurrían también en los tiempos de los apóstoles.
"Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, Y diciendo: ¿donde
está la promesa de su advenimiento? Porque desde los días en que los padres durmieron, todas las cosas pemanecen así desde el principio de la creación". (2 Pedro 3:3-4).
"Más oh hermanos, no ignoreis esto: para el Señor un día es como mil años y mil años como un día. El Señor no tarda su promesa según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el del Señor vendrá como ladrón en la noche, en el cuál los cielos pasarán con gran estruendo, y los relámpagos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las cosas que en ella hay serán quemadas".(2 Pedro 3:8-10).
Aquí la palabra está clara, el uso del simil, como ladrón en la noche, no signofica que nadie se dará cuenta de la llegada del ladrón,
sino de lo repentino que será este suceso. Tan es así que el cielo se enrollará como pergamino y la presencia será anunciada con gran trompeta, y habrá truenos y relámpagos,
¿como será un "rapto silencioso" en el cual el mundo ni se enterará.
¿como será un rapto silencioso cuando se abrirán miles de tumbas y millones de seres
serán transformados y levantados? ¿Como podemos hablar de noche cuando en nuestro
planeta hay diferentes horarios. No hermano y hermana, ese será el más glorioso acto celestial que mostrará a la humanidad que Cristo es el Rey de Reyes y el Señor de Señores.
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