Para meditar La voluntad de Dios es que todos estemos sanos en el espíritu y en el alma. Por lo tanto pedir por la curación no es pedir contra su voluntad. Si fuera así ¿por qué acudir al médico y tomar medicinas?. Jesús, consciente de su misión salvadora de todo hombre, llegó a Nazaret, entro en la sinagoga y se puso en pie para leer las Escrituras. Le dieron el libro del profeta Isaías y cuando lo abrió, encontró el lugar donde estaba escrito: "El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos" Lucas 4:16-19. Hoy,Él sigue sanando a través de sus seguidores. La sanación puede ser del espíritu, de la mente o del cuerpo (2 Tesa. 5:23). La sanación del espíritu quiere decir que la persona ha sido fortalecida en su espíritu, su fe, su amor y confianza en Dios. La sanación de la mente (sanación psicológica), significa que ha recibido un toque de Dios que produce paz, satisfacción,confianza, aceptación de sí mismo, comprensión, perdón a los demás o cualquier otra cualidad que contribuya a la armonía de las personas. La sanación del cuerpo significa una vuelta a la salud de alguna parte del organismo. Esto es, muchas veces producto de la sanidad espiritual y psicológica. Muchas enfermedades inician su proceso de sanación con el perdón.
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