Tan Real ahora como Entonces
Tan real ahora como Entonces. Al ver al pueblode Israel viviendo entre dosaguas, batallando entre dos pensamientos, ambivalente e inconstante entreel verdadero Dios y Baal, siguiendo las costumbres abominables que el reyAcab permitía y su mujer Jezabel practicaba, llevó a Elías a una indignacióntal que fue provocado a proclamar en el nombre de su Dios una sequía sinprecedentes: "Entonces, tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrálluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra" 1Rey.17:1 Conforme asu palabra así sucedió.
El hambre y el caos que vivió el pueblo a causa de la falta de agua airóa Acab sobremanera por lo que comenzó una persecución sin tregua encontra de Elías. Pero, como Dios siempre respalda a los suyos, hizoprovisión para su siervo, protegiéndole y sus sustentándole durantetodo el tiempo que duró la sequía. Cuando se terminó el tiempo, diointrucciones a Elías para que se presentara a Acab, y sin temor alguno,éste así lo hizo. Cuando Acab vio a Elías le dijo: "¿Eres tú el que turbasa Israel? Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales"1 Reyes 18:17-18.
¡Como ilustra este pasaje la realidad que se está viviendo en nuestros tiempos y cuánto se asemeja a la posición que asumen tantos ante lasadversidades que se presentan día a día! ¡Como se las ingenia el ser humano para culpar condenar y enjuiciar a otros en el afán de justificarsus propios errores y las malas desiciones que, a través de su existencia, han tomado, buscando tranquilizar, a su propia conciencia! ¡Cuánto seensañan con quienes menos culpa tienen ante las consecuencias queellos mismos se han buscado! ¡Cuán simples y sencillos nos hizo el Creador y cuánto nosotros mismos nos hemos enredado y deformado.
Reconozcamos que depende de cada cual el enderezar lo que, ennuestra vidas, está torcido y que como un cáncer, está turbando y dañando todo lo que está a nuestro alrederor. Si con proposición, disposición y buenavoluntad hacemos lo que nos corresponde, Dios se encargará paranuestro bien, de poner cada pieza en su lugar, manifestando así su gran amor y ofreciéndonos la hermosa oportunidad de devolverdelo de la misma manera. Decidamos a echar fuera a los baales de nuestrocorazón que han intentado manejar y dañar nuestras vidas; y sigamoscorriendo con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestoslos ojos en Jesús.
Ante Él, postrémonos humilladoos y adorémosle. Recibamos con humildad el amor que nos está ofreciendo para que podamos cumplir con elgran mandamiento de : Amar a Dios sobre todas ls cosas y al prójimocomo a nosotros mismos. Es Jesús el Amor de los Amores. ¡Nadienos ama como Él!.
Jaime