( Isaias 58 : 14 )

Subir, es el deseo de todo ser humano, y es algo que desde muy temprana edad estamos buscando. Nos deleitamos en subir a un arbol o escalar una montaña.

Subir es la palabra clave, porque deseamos subir en la sociedad, subir en las finanzas y tambien en prestigio.

Los pilotos de las aeronaves, basan su trabajo tambien en subir, pero para ello deben aplicar ciertas tecnicas que han aprendido de las aves, las cuales consisten en elevarse buscando ir en contra del viento, eso hace que las naves y las aves se eleven.

Cuando encuentran vientos que van a su favor, inmediatamente deben de  hacer un giro, ya sea hacia la izquierda o hacia la derecha, buscando el viento contrario para elevarse, si no lo hacen, peligran de un descenso mortal.

Los seres humanos, vemos en diversas ocasiones, interrumpida nuestra subida, vienen tormentas que nos hacen pedazos la vida y sentimos que la caida es inevitable y que unicamente nos espera el abismo oscuro de la imposibilidad.

Otro motivo de bajar, es ir  con el viento del mundo a favor, pero Dios desea que vayamos en contra de ese viento, para poder subir.

Dios desea que en esos momentos tenebrosos, elevemos nuestras mejores alabanzas, y nos podemos hacer la pregunta:

¿como puedo cantar, en semejantes circunstancias?

Debemos recordar, que cuando el viento  silva, no es cuando esta en el mejor terreno plano, sino cuando da en contra de los arboles, cuando sus corrientes pegan en los obstaculos. Asi debemos de ser nosotros tambien. Cuando pegamos en los obstaculos, debemos orar mas, cantar alabanzas, acercarnos mas Dios. El nos ha prometido hacernos subir, lo cual significa:

obtener honor, poder prestigio e influencia.

Dios nos pondra por encima de lo mundano, y luego de la tormenta, asi como queda la tierra, fresca, con un aroma distinto, y con la atmosfera limpia, tambien quedaremos nosotros, con una mejor posicion ante Dios, mas agradecidos y con mas deseos de ser sus adoradores.

Oracion:

Padre amado, ante tu Santa presencia  venimos a clamar para que nos eleves sobre las alturas de la tierra, y mientras pasamos los momentos de las tormentas , tu mano poderosa nos sostenga para que no desmayemos y logremos emprender el vuelo que nos mantenga siempre como adoradores tuyos, heredando un sitio de honor.

En el nombre de Cristo Jesus,