Vivir por fe, un estilo de vida

“Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión.”
Números 14: 24

Los tiempos difíciles son inevitables. Usted necesita saberlo. Es verdad que hemos sido redimidos de la maldición, y que no hay nada que Satanás pueda hacer para revertirlo, pero él va a desafiarlo. Por lo tanto, no se sorprenda cuando las circunstancias sean adversas. Vendrán tiempos cuando usted tendrá que hablar y actuar teniendo en cuenta que lo que Dios dice es verdad aún cuando no lo pueda sentir o ver suceder a su alrededor.

Caleb fue uno de los que permaneció amarrado a la promesa de Dios a pesar de lo que las circunstancias y el pueblo alrededor decía.

Tal vez usted encuentre oposición aún en el círculo más íntimo pero persevere, tendrá la victoria. No sea fluctuante.

Muchas personas oyen la palabra de fe sobre sanidad o prosperidad y piensan: “¡Hey!, voy a probar eso”. Luego cuando vienen los tiempos duros, abandonan y se rinden.

Déjeme advertirle que vivir por fe no es algo que usted pruebe. Es un estilo de vida. Usted lo hace cuando es difícil, lo hace cuando es fácil. Lo hace todo el tiempo. Porque no lo está haciendo sólo por los beneficios, lo está haciendo porque sabe que esa fe le agrada a Dios.

Si usted y yo vamos a ver a Dios haciendo lo imposible en nuestras vidas, tenemos que limpiarnos de toda incredulidad.

Hoy debe tomar la decisión irreversible de creer a la Palabra de Dios y elegir el caminar por fe como un estilo de vida.

Tome las promesas de Dios para cada una de sus circunstancias, medite en ellas hasta que la fe crezca en su interior, establezca la verdad de la Palabra en su espíritu y en su mente mediante la confesión y actúe. Alinee su cuerpo y sus acciones a lo que cree. Desde ese momento en adelante considere resuelto su problema y de alabanzas al nombre de Jesús.

En Hebreos 11:6 dice que Dios es galardonador de los que le buscan. Camine en Fe, hágalo porque eso agrada a su Padre que lo ama, y usted recibirá mucho más abundantemente de lo que pueda pedir o esperar.

                                      Jaime