A espaldas de Él no alcanzarás la Bendición “Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera”. Génesis 15:11-13 “Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad. Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad. Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal”. Génesis 19:15-17,26 De la historia de Abraham, sus familiares y descendencia hay muchas lecciones que aprender. Hoy hablaremos un poco sobre el sobrino de Abraham, llamado Lot y sobre su familia. Conocemos porque la Biblia así lo dice que cuando Abraham salió de Ur, su sobrino Lot le acompaño. Sabemos también que en un determinado momento tuvieron que separarse debido a los problemas que tuvieron por razones de espacio, riquezas, ganado y disputas entre los siervos de Abraham y los de Lot. Siendo Abraham el que tenía la promesa de Dios, decidió por amor a la paz, que su sobrino escogiera el lugar donde quería habitar. Y observamos como Lot escogió lo que a sus ojos pareció muy bueno y hermoso. Tomó para él toda la llanura del Jordán. Un detalle importante a resaltar es que ante cualquier decisión que nosotros tomemos, siempre habrá que asumir unas consecuencias, ya sea de manera positiva o negativa, nuestras decisiones determinarán mucho de lo que suceda en nuestras vidas para un presente y para un futuro. El hombre siempre tiende a mirar lo que está delante de sus ojos, se deja atraer por lo que a la vista le parece ser muy bueno. Y es así como vemos cada día, vidas tronchadas por malas decisiones que tomaron alguna vez en sus vidas. Pero también es importante notar que Lot colocó sus tiendas hasta Sodoma. Muchas veces las personas coquetean con el pecado y no se percatan siquiera de lo que están haciendo. Porque dicen las Escrituras que “hay caminos que al hombre le parecen derecho, pero su fin es camino de muerte”. El salmista decía: “bienaventurado el varón que no anduvo en camino de malos, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Sino que en la ley de Jehová medita de día y de noche. Será como árbol plantada junto a corrientes de agua que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hace prosperará”. Vemos prosperidad en la vida de Abraham siempre porque supo buscar el rostro de Jehová, porque obedeció y buscó cumplir la voluntad de Jehová en todo tiempo, renunciando a sus propios deseos. Pero notamos diferencia en Lot que ha pesar de ser prosperado y amar a Dios también, se encontraba en un lugar que no le convenía a él ni a su familia. Había una aparente bendición, pero la corrupción les rodeaba por todas partes. Se encontraban en una tierra donde ni siquiera había 10 justos con los que se pudiera contar. Un peligro inminente les acechaba y no habían tenido la visión para darse cuenta que esto de alguna manera afectaba sus vidas. Hay detalles en los que la Biblia no es específica, pero en los que si usamos la capacidad para analizar descubriremos cosas interesantes. Porque hay acciones que valen más que mil palabras. Vemos que Lot tenía una esposa (desconocemos su nombre) que estaba muy apegada a su vida material. Porque cuando Dios utilizó a sus ángeles para decirles a Lot y a su familia, debido a la intercesión de su tío Abraham que “escaparan por su vida” y se les da la dirección de que no miren hacia atrás ni se detuviesen, era porque realmente era necesario que siguieran estas instrucciones. Porque de su obediencia dependía en esos momentos sus vidas. ¿Qué pudo ser más importante para aquella mujer que decide a pesar de estas instrucciones mirar atrás? Sus sentimientos y pensamientos tuvieron que jugarle una buena trampa. “Porque engañoso es el corazón”. Al parecer se puso a pensar en todo lo que había dejado tras ella. No sé si era un juego muy fino de joyas, una casita muy amplia y cómoda, la servidumbre, la posición, el dinero, tantas cosas. No sé si la intimidó el miedo a comenzar de nuevo. Pero al parecer su esposo e hijas en su vida no ocupaban un gran lugar. No eran suficientes como para proseguir adelante. Miró atrás y se convirtió en estatua de sal es lo único que se relata de ella en la Biblia. Es el testimonio por el cual muchos se dejan llevar para no rendirse ante aquello que parecen buenas ofertas pero que saben los alejaran de Dios. Me parece a mí que Dios no era suficiente en la vida de la esposa de Lot, su corazón estaba concentrado y tenía otras cosas como prioridad. Demás está por decir el triste desenlace de la esposa de Lot. Su futuro pudo ser diferente, pero ella escogió tornar su mirada atrás. Vivir a espaldas de él. Y así como esta mujer hay tantas personas en el mundo. Que escogen o prefieren los placeres momentáneos de la vida. Que dan prioridad a cosas superficiales y de poco valor. Que Dios, su pareja o su familia no ocupan un lugar de trascendencia en sus vidas. Que viven de frente al mundo, pero a espaldas de quien los ama incondicionalmente. Esta historia nos lleva a la reflexión y más aún a la introspección. Jeremías decía en el libro de Lamentaciones 3:41-41: “Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová; Levantemos nuestros corazones y manos a Dios en los cielos”. El Salmo 139:23-24: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”. Y tú querido hermano y amigo, ¿a qué le estás dando el primer lugar? ¿Confiesas con tu boca amar a Dios, pero tus acciones dicen que vives a espaldas de él? ¿Es tu vida fruto de una relación con Dios? ¿Lo conoces por lo que otros te han contado de él o por qué lo has experimentado en tu vida? Yo te invito a sumergirte en su presencia para que seas saciado y renovado.