¿Cómo podemos Crecer espiritualmente?
Se crece cuando uno acepta la realidad y posee suficiente aplomo y equilibrio para vivirla.
Se crece cuando uno no se aparta de Dios, fortalece su voluntad y se apoya en su fe.
Se crece cuando uno asume que ha sido escogido por Jehová, pues es Él quien nos escoge.
Se crece cuando se admite el pasado, construye el presente y deja el futuro en manos del Señor Jesús, pue es de Él.
Se crece cuando uno recorre la vida en la verdad, sin oscuros pensamientos y sin hipocresías ni falsedades.
Se crece cuando se es feliz escuchando, ayudando o dando al necesitado, sin esperar recompensa alguna.
Se crece cuando no se actúa cínica o cobardemente ni cambia de cara según la persona y es coherente según las circunstancias.
Se crece cuando uno experimenta que al abrir un surco de respeto y al echar en él semillas de bondad, se cosechan frutos de amor.
Se crece cuando se aprende a pronunciar frases como: "gracias", "me equivoque", "te necesito", "perdón", "tienes razón" y "te amo".
Se crece cuando a una palabra dura se contesta con una palabra blanda, a una mirada hostil o a un gesto agresivo, se esboza una sonrisa como respuesta.
Se crece cuando se libera uno de la pesada carga de rencores, de mentiras, de infidelidades, de soberbia y de egoísmos.
Se crece cuando te das cuenta que sólo se puede dejar de crecer el último instante de su vida. Permitámonos crecer, agradeciendo a Dios todo lo que nos dá.
"El amor es sufrido, es benigno;
el amor no tiene envidia;
el amor no es jactancioso, no se envanece,
no hace nada indebido, no busca lo suyo
no se irrita, no guarda rencor;
no se goza con la injusticia,
sino que se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.
(1 Corintios 13:4-7).
"El amor es benigno