...va de la mano de la incompatibilidad y la enemistad.Hacía cinco días atrás, que una familia se había mudado de su ciudad.En medio de la nostalgia que experimentaba la familia Rivera, una gota de esfuerzo desteñía su recuerdo con la más grande alegría por llegar a su nueva ciudad y hogar.

Tras haber llegado los Rivera al nuevo barrio, Mariano, su flamante vecino les ofrece una cálida bienvenida.Mariano irrumpe entregándole su mano, ofreciendo su ayuda con el traslado de los muebles para el nuevo hogar de sus vecinos.

Luego de terminar de hacer la mudanza, Ernesto Rivera, le agradece gentilmente a Mariano.-¡Estoy sumamente agradecido por ayudarnos vecino! -exclamó Mariano.-No, de nada.¡Bienvenidos! -muy alegre dijo Ernesto.El afable vecino cuando estaba ya por irse a su casa, observa que en una caja semiabierta contenía una Biblia.Curiosamente Mariano interroga diciendo: "¿Usted es cristiano?".

-Sí. Soy cristiano -respondió Ernesto.-Ya que usted y su familia son nuevos aquí, van a tener que conocer la ciudad y buscar una Iglesia para congregarse.Yo también soy cristiano. Tomé esta tarjeta, pues en ésta dice la dirección de la Iglesia que me congrego. Está invitado usted Ernesto y su familia -amablemente manifestó Mariano ante ellos y prosiguió -hasta pronto. Fue un placer haberte recibido-.

-Muchas gracias, y, hasta pronto -agradeció Ernesto y se despidió muy alegre por su vecino....Tres días después, otra vez ellos se vuelven ver cara a cara.Ernesto, su esposa e hijos recorrían el corto camino del jardín que tenía de acceso a la Iglesia.De paso corto y lento, con un elegante vestido celeste lucía Luisa, esposa de Ernesto, ella en cada manos llevaba a sus hijos pequeños.

En la puerta de entrada de la Iglesia, allí fielmente Mariano recibía a los miembros, dándoles una grata bienvenida pareciéndose al conserje de un hotel de cinco estrellas.-Bienvenida señora Rivera, ¿cómo está usted? -con simpatía pregunta Mariano.-Bien, bien, gracias Ernesto -expreso Sarah.-Ernesto: "Me da mucho gusto que hallas venido a nuestra Iglesia. Se bienvenido".Espero que pueda sentirse feliz y aquí encuentre su lugar con nuestros hermanos -manifestó Mariano con considerable gozo.-Por supuesto que así será.

-sonrientemente respondió Ernesto, y luego añadió -Agradezco a Dios por habérmelo puesto en mi camino. Muchas gracias-.Mariano era un hombre que irradiaba una imagen de conserje, él no espero a sacar a luz su desfachatada imagen de chismoso.Él ostentaba en amenaza a los de la grey, sus hermanos, cuando divulgaba información de las personas que llevan un rotulo de "mala fama".-Disculpen, les tengo que decir lo siguiente:

"Ven a esa señora con esos tres niñitos sentado junto a su marido -dijo Mariano.-Sí -declaró Ernesto.-Bien. A ellos no les preste ni siquiera la Biblia. Porque luego se olvidan que fue prestado -advirtió Mariano.-Oh, ¿sí? ¿Es verdad? -asombrado preguntó Ernesto.-Ven ese otro matrimonio que está sentado debajo de aquel ventilador, al costado del parlante negro. Ellos se van a cercar muy amables y, mucha sonrisita...

-manifiesta Mariano y continuó diciendo: "Pero después que ustedes se hallan ido les van a criticar todo. Desde cómo se vistieron, hablaron y, hasta cómo cantaron"...En cambio, aquella familia, Vásquez, les conviene: son de fiar y buena gente -tensamente concluyó Mariano.-¡Ah! No sé qué decir. Pero no se preocupe por esto.

Y muchas gracias -inquietó con los ojos bien abiertos expreso Ernesto.A veces quedamos expuesto a la confusión como la familia Rivero.De modo que la personalidad de Mariano fue tan afable, y luego cómo pudo tomar giro su personalidad abstrusa de la que había conocido antes Ernesto.Sin embargo a Ernesto no le importó lo que dijeran de las demás personas.Él se mantuvo al margen, pero, tal vez no ignoró las palabras de Mariano y las tomó de tal manera.Ciertamente habrá que ser cauteloso como este personaje: Ernesto, y de manera que no debemos prestar nuestro oídos a la critica ó al chisme de hermanos como el de Mariano que revelaba. Él, desde luego hacía una disensión y acepción de personas.

Cómo podremos ser cautos y estar distante de esto, el chisme.No se puede ignorar que dentro de nuestras congregaciones encontramos a un "don Mariano"; mejor es encontrarse con "don Ernesto", así de este modo evitaremos la incompatibilidad y enemistades.

La palabra de Dios dice que por los frutos conoceremos a las personas. (Mateo 7:16).Y por sobre todo será mucho mejor si nos acercamos ante ellos para conocerlos bien y mejor, sin que nos adviertan "su mala reputación".No imitemos la personalidad del chismoso, sino bien imitemos a los que son dignos de esto. El Apóstol Pablo dijo: "Ser imitadores de mí, así como yo de Cristo". (1 Corintios 11:1).¡Amemos a nuestros hermanos sin difamarlos ni juzgarlos por más que a veces sea necesario recordarlo!