"Haz tu petición en lo profundo." (Isaías 7:11) Debemos de continuar orando y esperando en el señor hasta oir el sonido de una gran lluvia de bendiciones. No existe razón alguna por la que no debamos pedir grandes cosas. Sin duda alguna, si pedimos con fé y tenemos valor para esperar en El con perseverancia y paciencia y mientras tanto hacemos lo que debemos y podemos, recibiremos cosas grandiosas. Nosotros no podemos crear el viento ni ponerlo en movimiento, pero podemos poner nuestra vela y cogerlo cuando viene. No podemos hacer la electricidad, pero podemos extender el alambre por el cual corre y hace su trabajo. En una palabra, nosotros no podemos controlar el Espíritu, pero podemos colocarnos de tal manera delante de Dios y hacer las cosas que nos manda de tal forma, que lleguemos a estar bajo la influencia y poder de su aliento poderoso. ¿No pueden realizarse ahora las mismas maravillas de los tiempos pasados? ¿Dónde está el Dios de Elias? Esperando a que un "Elias" clame a El. Los santos mejores que han existido, bien bajo la Antigua o la Nueva dispensación, están en un nivel que se encuentra enteramente dentro de nuestro alcance. Las mismas fuerzas del mundo espiritual que estuvieron a su disposición y cuyo uso hicieron de ellos tales héroes espirituales, también se nos ofrecen a nosotros. Si tuviésemos la misma fé, la misma esperanza, el mismo amor que ellos mostraron, entonces ejecutaríamos maravillas tan grandes como las que ellos realizaron. Una palabra de oración en nuestras bocas tendría el mismo poder para hacer descender el rocío y el fuego derretidor del Espíritu de Dios, como lo tuvo en la boca de Elías para pedir lluvia y fuego, si pudieramos pronunciar aquella palabra con aquella plena seguridad de fé con que él la pronunció. "PIDE PROFUNDAMENTE DESDE LO PROFUNDO DE TU CORAZÓN, Y DE LA PROFUNDIDAD DE SUS RIQUEZAS EN GLORIA, TEN POR SEGURO QUE EL TE RESPONDERÁ." ---Dr. Goulburn Dean of Norwich. Dios les bendiga amados hermanos Desde Honduras a las naciones. Marthita Torres
|