Te sobrepondrás a la tempestad. ¿Qué por qué te sucedió a ti? Porque eres muy fuerte y lo vas a poder enfrentar. Porque Dios se ha de glorificar en medio de tu debilidad. Porque cuando sientes o piensas que no podrás más, es cuando de tu interior brota una fe superior que te hace saber que Dios sigue estando en control de todo.
Nuevas puertas habrán de abrirse, un conocimiento más alto y pleno alcanzarás aunque ahora no parezcas comprender nada. Hoy en tu mente no existen las respuestas. Hoy tu corazón parece quebrarse, pero tú no te caerás ni desfallecerás… ¡Vas a salir adelante!