Introducción:
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La labor de enseñanza se le ha dado a la familia, la Biblia es clara al respecto, ya que da al padre el lugar que le corresponde que no es sólo de velar por los hijos en el alimento sino también en su educación en todos los aspectos. Podemos citar como ejemplos a los mismos patriarcas (Abraham, Isaac, Jacob y sus hijos) ellos no conocían escuelas ni otros tutores que no hayan sido sus propios padres
En la edad media y llegando a tiempos modernos y contemporáneos es irracional pensar que el padre pueda cubrir esta necesidad, es por eso que se formaron las escuelas, y por eso que existen los maestros y toda la organización consecuente. Por lo cuál la responsabilidad es delegada del PADRE al MAESTRO, tanto en educar como en disciplinar al niño. Dentro del aula este MAESTRO es literalmente el responsable de la educación y comportamiento del alumno.
Gran parte de este estudio se basará en hacer una diferencia entre los conceptos de PROFESOR y MAESTRO que aunque en la práctica se los llegue a alternar arbitrariamente en la realidad se diferencian en gran medida como veremos a continuación.
Profesor es un oficio, una profesión y un camino para ganarse la vida, un mero trabajo donde la persona da su clase, cobra su sueldo y se va a su casa.
Un maestro en cambio, es un don de Dios. Es un don a nivel ministerial, algo que va mucho mas allá; tanto en poder como en personalidad.
Efesios 4:11-12 “…Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de cristo…”
A un profesor común no nos costará demasiado trabajo definir, quizá sus características las encontremos en varios ejemplos que tuvimos nosotros mismos a lo largo de nuestras vidas.
Un señor estilo profesor Jirafales, una persona autoritaria, algo gritona y que tiende a querer ponerse al hombro a todos los problemas de los alumnos, obviamente sin éxito, porque él tiende a ser un profesional y ha tomado su profesión en serio pero no de manera apasionada. Y es que enseñar es una tarea que requiere mas de las simples horas de clases.
Hoy vamos a entender en algo este tipo de docencia.
También existen otro tipo, que le denomino el ESTILO DENTISTA, es aquel que da una clase magistral una clase que esta apta para un selecto grupo, algo que esta correctamente armado y adecuadamente disertado, pero existe un pequeño problema que tiene este estilo. Y ahí es donde se asemeja al famoso personaje de un dentista. El docente dentista deja con la boca abierta a sus alumnos pero jamás les permite hablar a ellos, él no se acerca mas de lo debido. Es como esos dentistas que a uno le tienden a ir contando y preguntando mil cosas y mientras el amigo taladro va haciendo la ingrata labor la persona no tiene mas que escuchar y escuchar y escuchar sin siquiera tener opción a réplica o queja. El mayor problema en este estilo es que el oído escucha en función de lo que el ruido exterior (el amigo taladro) permite y existen muchos pequeños factores que son como ese taladro y jamás dejarán que las palabras lleguen a donde deban llegar. La clase del docente dentista es magistral, el alumno se levanta de la silla con un cansancio inexplicable y el docente piensa que ha dado la mejor clase de su vida, lo que no entiende es que la comunicación no puede salir a flote con un taladro de por medio. Este taladro representa los problemas exteriores e interiores del alumno, no se puede disertar una clase sin tener en cuenta al auditorio, sus necesidades, sus problemas o simples factores externos que hacen las condiciones de aprendizaje infrahumanas.
EL FACTOR RESPETO
Existe un pastor en Argentina llamado Pablo Deiros y lo grafica de la siguiente manera: “…cuando recibí a pastorear mi primera iglesia jamás dejaba que nadie me tutee ni me trate por mi nombre, pues a mi me tenían que decir SEÑOR PASTOR, yo era la autoridad ahí e incluso las personas ancianas dentro la iglesia se dirigían a mi con ese respeto, para entonces tenia yo 19 años de edad…” ?
Mucha gente no ha entendido que la autoridad que ha sido impuesta sobre su persona no viene directamente de abajo para arriba, sino de mucho mas arriba para mucho mas abajo. En este aspecto el maestro es simplemente un escalón entre una autoridad superior y el alumno. Y al no ser este puesto fruto de la democracia, el docente no esta al alcance de los alumnos. En otras palabras, no son ellos los que le han puesto en el cargo, ni esta en manos de ellos bajarlo de ahí. Y no con anteponerle un título al nombre hará que sea mejor o peor persona de lo que era antes.
Lo decía claramente Xavier Axzkargorta “…yo quiero hombres y no nombres…”
Esa autoridad viene de más arriba de lo que crees, te ha sido dada y nadie te la podrá quitar sólo el que te la dio. Esa autoridad no depende de los de abajo, pase lo que pase no la perderás, no interesa como te traten o te dejen de tratar.
Tu eres EL MAESTRO y ellos LOS ALUMNOS.
¿ENTONCES COMO MANEJAR EL FACTOR RESPETO?
En el colegio en que trabajo hemos utilizado hasta el momento un atuendo que ejemplifica lo que el manto sacerdotal del antiguo testamento.
Es el bien conocido GUARDAPOLVO, que no por nada tiene un color peculiar EL BLANCO. Este color denota pureza, limpieza pero a la vez protección, autoridad y distancia. Es formal e informal según la ocasión.
Marcos 16:5 - Y entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido con ropaje blanco; y ellas se asustaron.
• Pero ¿qué tiene que ver el guardapolvo conmigo?
Génesis 30:37-43 - Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas. 38 Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber. 39 Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores. 40 Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Labán. 41Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas. 42 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las más fuertes para Jacob. 43 Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.
Estas “varas” son el ejemplo a seguir, si dichas varas habrían sido de color verde las ovejas habrían sido también verdes. En una iglesia sabemos que el clásico refrán es “No me vean a mi sino a Cristo”; Sabemos que el perfecto es él y que no somos nosotros una buena referencia de comparación, en ningún aspecto; pero la misma Biblia y el apóstol San Pablo es el que se anima a decir:
1 Corintios 11:1 “…Sed imitadores míos, así como yo lo soy de Cristo….”
Se debe considerar que el maestro es el modelo a imitar, los jóvenes tienden a buscar modelos, al estar en contacto con sus maestros tanto o mas que con sus propios padres, los alumnos pueden desnudar y calcar desde las mas simples hasta las peores costumbres de sus mentores. Es lógico imaginar que estos deberían buscar imitar las cosas buenas o positivas de las personas, sin embargo en un momento dado un preadolescente no tiene el discernimiento suficiente. No es cuestión de vestirnos como soldados intentando tener un modelo “físico” entandar del cual no se pueda copiar nada. Ni tampoco irnos al extremo de querer imponer una moda, ya sea con un color en particular, un tic nervioso o un peinado exótico. Es simplemente entender que somos modelos a copiar para los alumnos.
Estas ovejitas pueden salir blancas o manchadas, todo depende del modelo.
Sin embargo una parte importante a la vez, es lo que pueden afectar las ovejas al propio palito, ya que es posible que sean ellos los que lleguen a cambiarnos a nosotros.
He visto casos de personas muy afectadas con reacciones de los alumnos, debemos recordar que ningún alumno tiene responsabilidad por las decisiones de otro, ni en virtudes como tampoco en defectos.
Es precisamente el mismo guardapolvo que protege a los alumnos de nosotros y a nosotros de ellos.
Compartiendo bendiciones
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Mayte