Es un grito del alma,
es la expresion del corazon,
es la busqueda de una respuesta
hacia el autor del amor.

Es un reclamo ahogado
y los gemidos desesperados
de aquel que lo dio todo
y que espero todo.

Asi estas tu, a solas,
porque nadie sabe lo que sufres,
nadie entiende lo que te sucede,
y nadie comprende tu dolor.

Abandonas tu morada,
para meditar un poco
y todo se acrecienta,
todo aumenta en tu contra.

Meditas profundamente
y al hacer el inventario de tu vida,
te das cuenta que lo has entregado todo,
que tus fuerzas son minimas,
que tu cuerpo se esta deteriorando,
los huesos fragiles, los dientes 
estan perdiendo su consistencia,
sientes afliccion en el corazon
y la sangre pesada.

Es como si la misma tierra te llamara,
porque la capacidad de
existencia se te limita,
las oportunidades se te niegan,
y para colmo,
una desgracia tras otra,
fueron llegando a tu vida.

En esas mismas condiciones
se encontraba el siervo de Dios,
autor del salmo 89,
pero tambien escribio al final

"Bendito sea el Señor, por siempre".

Ahora es tiempo de que
tu tambien le digas a Dios:

¿ Donde esta tu amor primero ?

y tu diras...¿ pero de que me sirve preguntarselo?

te dire de que te servira:

Sera de gran ayuda a tu vida en general,
porque tu alma se abrira,
y por fin meditaras en tus dias
del primer amor con Dios,
en donde mutuamente
ese amor lo vivias intensamente
y espiritualmente descubrias
las maravillas de su fidelidad.

Ahora que las cosas se te complicaron,
el amor se disipo,
porque te has desgastado tanto,
y la lucha te ha dejado
al borde de la desesperacion
y de la muerte misma.

Dios mismo ha permitido que llegues
a ese punto,
en donde todo lo que sembraste
en la etapa del primer amor,
florecera, tu cuerpo rejuvenecera,
los huesos tendran mas vitalidad,
tus dientes seran consistentes
y aunque ya no los tengas,
Dios buscara la forma de ayudarte
hasta en eso, tu corazon sera fuerte
y por tus venas sentiras
que aguas limpias en forma de sangre
llevan vida a cada celula de tu ser.

Dios mismo te esta asistiendo
ahora mismo.

Dios mismo te ama
con su primer amor,
y Dios mismo
se acuerda de tu primer amor.