1 Jn 4:19-20 - Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?

La marca que nos distingue como genuinos cristianos es nuestra confianza y certeza de que somos amados por DIOS. Su amor como puerto seguro, como rec...into en donde podemos descansar de los afanes del mundo. Un amor que nos transforma y nos lleva a hacer cosas que nunca antes hubiésemos imaginado. Entonces nuestra manera de ver la vida es distinta y nuestra forma de resolver los problemas también.
Cuando dejamos que Jesús gobierne nuestros corazones una marca singular nos distingue. La profundidad de su AMOR y sus efectos transformadores son palpables por otros. Si decimos: "Cristo me amó y se entregó por mí" estamos reconociendo que su AMOR no tiene comparación alguna y que sin él tampoco podríamos amar. El esforzarnos y entregarnos a la voluntad de amar que CRISTO nos invita, hace de nosotros mejores personas.

Amados, Dios es experto en transformar nuestras circunstancias para su gloria, para que nuestra experiencia en el campo de amar sea una madura y una que edifique. Un amor manifestado a través de las circunstancias difíciles que supera las muchas diferencias que tenemos de otras personas.

No tengo duda de que hoy puedo amar a mi prójimo porque CRISTO a mí me amó primero.

1 Co 13:4-7 - El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.